Además de trabajar indistintamente en maíz o sorgo, la tecnología SHREDLAGE brinda la opción de picar cultivo con mayor porcentaje de materia seca cuando el grano alcanza el estado de madurez fisiológica. “De esta manera se incrementa el porcentaje de almidón en la espiga permitiendo aumentar la cantidad de energía que nos brinda este silaje de maíz que estamos confeccionando, obteniendo dietas más equilibradas que derivan en una mayor producción de carne y leche del animal por kilogramo de materia seca. Además, todos estos atributos se logran sin un mayor consumo de combustible respecto de un cracker convencional y sin que la capacidad operativa del equipo se vea afectada”, detalla el ingeniero Federico Sánchez, de CLAAS Argentina.
Esta tecnología podrá ser vista en acción el próximo viernes 24 de mayo, desde las 8,30 horas, en el campo experimental de CLAAS Argentina en Oncativo, ubicado en el KM 628 de la Autopista Córdoba-Rosario. La nueva edición de Experiencia Forrajera y en Cosecha hará foco en los cultivos de alfalfa y maíz, en la confección de heno y silaje, el control de malezas, habrá dinámicas de maquinaria forrajera y de cosecha, y al cierre, el meteorólogo Leonardo De Benedictis abordará las perspectivas climáticas, en tanto Ignacio Berengúa se referirá a la toma de decisiones en tiempos de crisis.
La tecnología SHREDLAGE de CLAAS representa una nueva generación de crackers que permite el procesado de los granos de maíz aún en cultivos con estado de madurez superiores al 45% de materia seca. ¿Cómo funciona? Su diseño comprende dos rolos dentados y calados con 110 y 140 estrías dispuestas en forma transversal respectivamente, que giran entre ambos a una velocidad diferencial de 35%.
Ese efecto de fricción que genera la diferencia del régimen de revoluciones, sumado al innovador diseño de ranura en espiral con contramarcha, le confieren al quebrado una gran agresividad que es ideal para el tratamiento de granos con endosperma duro o ceroso. En tanto, “la separación entre los rolos quebradores debe ser regulada de 1 a 3 milímetros, consiguiendo así un perfecto partido”, recomienda Sánchez.